Estoy al otro lado, distante y distinto,
aunque de cerca soy el mismo,
soy otro cada día y a cada instante.
Cuando me besas soy el mismo,
pero también soy totalmente nuevo;
porque en cada beso y en cada caricia
amanece otro mundo.
Cuando se cruzan nuestras manos
y nuestras miradas se encuentran
se va tejiendo una trama distinta;
y el presente se convierte
en una conjunción de ayer y de mañana.
Cuando nuestros cuerpos se envuelven,
se entrelazan historias y deseos;
besos, caricias y fusiones
son más que expresiones furtivas
de necesidades inmediatas:
son motivaciones existenciales.
Ver mas en: REINVENTAR.